EXCLUSIVO // La reunión cumbre

Mohamed Hussein, el etiope multimillonario dueño del 48 por ciento de las acciones de Blanquiceleste S.A, convocó una reunión de urgencia con el gerenciador de Racing.

Harto de la seguidilla de fracasos que acumula la entidad de Avellaneda el magnate petrolero invitó a Fernando Marín en un viaje relámpago a pasar un día de desierto, similar a un día de campo en Argentina.

Luego de la frase "está bien que estamos lavando guita, pero tampoco es para tirarla de esta manera", el africano instó a Marín, a que se ponga las pilas ante el presente del club.

En el árido paisaje del continente, el empresario recibió la visita del Sr. Gerenciador en una refinería en las afueras de la ciudad. Apenas llegado al aeropuerto uno de los guardaespaldas de Mohamed acompañó (llevándolo de la oreja) al argentino hasta la presencia del Jefe.

Luego de los saludos formales y de las primeras excusas de Marín tales como "si ganamos el clásico con Instituto ya nos prendemos en la lucha", "el Chino Luna anda derecho en los entrenamientos y parece que se las trae" el etiope ordenó a sus secretarios que metieran al gerenciador en uno de los pozos petroleros.

Asi, el gerenciador, con el petróleo hasta el cuello y con uno de los muchachos amenazándolo con un fósforo prendido, Marín reconoció que "tal vez" se haya equivocado en "algunas cositas" y aseguró que estaba dispuesto a mejorar y cumplir con la promesa de ir por más, y sin pedirle mas un peso porque ya habría encontrado una manera mejor de donde sacar plata.

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